sábado, 29 de marzo de 2014

Cambiando de tercio

Los entrenos son tan duros como los quieras hacer, pero si además se incorpora que sieeeempre es la misma ruta, siempre empiezas igual, el desánimo te estará esperando a la vuelta de la esquina y cualquier mínima excusa te servirá para volverte a casa, a veces incluso sin romper ni a sudar.
Aprovechando que últimamente no coincido con nadie entre semana, decidí coger el tren y empezar desde Vilanova.

 Pasajeros al tren

El recorrido lo tenía claro, Pantano y Ventoses, la vuelta por decidir. A la inversa, por Vilafranca, el Vendrell... Pero primero tenía que llegar.

 A rueda durante un ratito

En la subida, voy regulando, intentando llevar un ritmo más o menos constante e ir alto de cadencia. Por todo ello sufro como un perro. Bueno, en términos generales a la que pica para arriba mi tendencia innata es a sufrir.
 Otras Ventoses a la saca

La bajada al final por el Vendrell. Circular en paralelo al tren tiene su peligro, es una tentación, sobretodo si esa misma mañana te plantaste en Vilanova en 25 minutos sin despeinarte. Pero ahí seguimos, forjando el espíritu randonneur en cada pedalada.


 La subida a Begues, otra tortura cotidiana

En la grupeta ha aparecido un nuevo virus. Responde al nombre de STRAVA  y para estrenarlo el viernes y empezar con la guerra psicológica, me hice la Vuelta, un recorrido circular de unos 70 km y para acabar de rematarlo, le puse un Begues como guinda.

 Las rectas infinitas con viento de cara son...

Y una vez agitado el avispero con mensajes, retos y desafíos, hoy a pesar del viento que soplaba fuerte y con ganas, he repetido.Esta vez con la Canyon, que recogí ayer del mecánico después de que besara el suelo el lunes.
Quería comprobar la diferencia de sensaciones y de velocidad entre una y otra, pero con Eolo dándolo todo, me he limitado a agachar la cabeza, agarrar el manillar con fuerza y pedalear.

Al final no me mojé

En cuanto llego a Begues e inicio la bajada, me pasa lo de siempre. Sin exagerar habría más de 150 ciclistas  en sentido contrario. Parece que voy al revés del mundo. En la rotonda de Gavá, botonazo al Sigma y para arriba a rematar la faena. Con el día tan gris, a la que caigan cuatro gotas media vuelta.
Pasando el Cañón Colorado me adelanta uno al que vi bajar no hace mucho. "Me engancho o no me engancho" pienso. Pues sí, llevo casi tres horas en solitario y que alguien tape el aire y tire de mí, es de agradecer. Empezamos a hablar casi sin darnos cuenta por que él estaba igual de agobiado que yo, era la SEXTA!!! vez en el día que subía el puerto.
El año pasado yo lo subí tres veces y ya me pareció una tortura de la Inquisición, así que no me extraña que estuviera loco por charlar con alguien.

lunes, 24 de marzo de 2014

Me salió cara la foto

Una de las gracias del bloguero es ilustrar con más o menos acierto las historias que cuenta. Debido a los guantes, hago más fotos con buen tiempo. Además no siempre puedes soltar una mano del manillar y cuando puedes, realmente tampoco hay mucho que fotografiar. Por eso, dedicas los días en que sales solo a posar, parar, encuadrar...


 A veces la cámara se marea

 Estas fotos son muy comunes

Las tomas falsas


Eso es lo que decidí esta mañana, mientras hacía tiempo para encontrarme con Peter y Pedrillo, subí al Rat Penat. Me quedé en el parking del Martell, pie a tierra y a fotografiar.


 Con el mar de fondo

 Apuntando al cielo

 Otro punto de vista

A partir de aquí, volví a montarme y bajé unos metros. En la recta pensé en otra foto que intentara reflejar el desnivel brutal que hay y calcé la bici con una piedra y empecé a disparar.

Todavía en pie

El final de la historia os lo podéis imaginar:

Art. 468 de la Ley de Murphy (sección ciclismo)
Ráfaga de aire + equilibrio inestable + propietario alejado = Caída por el lado caro de la bici, el derecho, rozadura en sillín y manetas y rotura patilla del cambio.
¿Salió o no salió cara la foto?

Un saludo a todos

lunes, 17 de marzo de 2014

Al rescate del perezoso

Después de la brevet, un poco de descanso en lo relativo a escribir, aunque viendo que la pereza volvía a apoderarse de mis dedos a la hora de teclear, rompo esa línea negativa con esta entrada. Que no decaiga.

Uno de los días me sorprendí con esta imagen del helicóptero del SAR (Servicio Aéreo  de Rescate) haciendo prácticas delante de las Costas.

Rescatándome de la pereza.

He cambiado la Canyon por la Btwin, la imposibilidad de colocarle el transportín a la primera, me condiciona para la larga distancia, así que durante todo el resto de la temporada ire combinando para las distancias "cortas" (-de 300kms) la Canyon y cuando la cosa pase de ahí, la francesa.
No sé si es muy recomendable tanto cambio de montura, pero de momento seguimos así. Los desarrollos son los mismos, compact para las dos, sobretodo después de saber gracias a Agustí que en la brevet nos llevamos por delante un 22% con casi 150 km en la chepa.
Bueno, no será la mejor entrada del blog, pero al menos se va renovando.

jueves, 13 de marzo de 2014

La (no)Brevet de 200km

4:30 a.m ¿De verdad que ha sonado el despertador? Pues sí, ale, no te quejes que has elegido ser brevetero, así que desayuna fuerte y agarra la bici que hoy tienes 200 km por delante.
Llegando a la rotonda ya está Daniel esperando, al minuto Vicente aparece con la "flagoneta", coordinados como un equipo, Juan se alojó en un pueblo cercano a la salida para evitarse este madrugón. Viaje rápido y ameno, ya estamos en Santa Maria del Plà. Recogemos los carnets de ruta y empezamos a preparar la bici, la ropa a llevar, las barritas... Mientras tanto Juan sin venir. Al final aparece y mientras yo le recojo el carnet se acaba de preparar.


Preparando la salida
 
Con las campanas de la iglesia dando las siete, salida en estampida. Seremos unos 70/80 ciclistas, nos toca remar en frío para coger el pelotón ya que habíamos salido retrasados. El recorrido pica para abajo, callejeamos por Valls ya reintegrados en el grupo y vamos volando. La mañana fría hace que el motor no coja temperatura. Pasamos por Montroig del Camp, me suena que había que sellar aquí, pero no ha parado ni el Tato, así que seguimos, Cambrils, más de lo mismo. Mi vejiga amenaza con desbordarse, así que Vicente y yo junto con alguno más paramos en la cuneta. Rápidamente por que el tren no para peleamos por reincorporarnos luchando a tope contra el viento.

 
 Vicente antes de nuestro despiste


 Juan disfrutando como nunca

 Reus, el Morell, en una curva un restaurante y una parte paran allí ¿será para sellar? Seguimos camino, empieza en Perafort unos repechos que serán claves para el resto de la brevet, Juan y Vicente se van por delante, mientras voy reservando miro hacia atrás buscando a Daniel. La Secuita, aquí ya los hemos perdido del todo y... cruce. ¿Izquierda o derecha? Tras decidir, mal, por supuesto, aparecemos en Tarragona, ooooooleee. Aquí ya solo nos quedan dos opciones, hacernos los km de bajada en subida y seguir la brevet o atravesar Tarragona e intentar enlazar más adelante. "From lost to the river" atravesamos la ciudad romana y callejeando intentamos llegar a la n340. Seguimos camino y pasa el primero de los breveteros, bueno, solo queda encontrar el camino, Creixell. Preguntamos a una pareja de motoristas el camino a Roda y Bonastre, desde aquí, gracias.
En Bonastre, paramos a llenar bidones y mientras Daniel se quita las perneras para empezar a coger moreno, pasan más breveteros.



 Regalito de la ruta

 A partir de la Joncosa enlazan con nosotros Agustí, lector de estas humildes crónicas y randonneur con todas las letras y tres más. en Aiguaviava, viene el regalo de la jornada en forma de pista hormigonada con cartelito del 17% que para mí que estaba para dar ánimos por que la cosa creo que picaba mucho más. Aquí no hay táctica ni técnica, solo riñones piñones y otra cosa que acaba en ...ones. 



Dos superrandonneurs en acción

Bajada rápida, me cruzo con Capa y un colega que si andan por aquí, es que se están entrenando pero bien y llegamos al Pla de Manlleu. Le estoy cogiendo ya un poquito de manía, tres veces en tres semanas esa subidita pestosilla que no es subida ni llano ni nada pero si dejas de darle a los pedales te paras. 

 
 Daniel "fingiendo"sufrir

Coronamos el coll de la Torreta y para abajo hasta Santes Creus. Desde allí a Pont d'Armentera un suspiro y luego, las ganas de llegar hicieron el resto para afrontar la última subida del día.


¿A que no parece que lleven 200 km?



 Foto de familia

 Ya en el Pla, nos avituallamos en una tienda de comidas preparadas, donde nos supieron a gloria la pasta y los fideos que engullimos. Luego aparecieron Juan y Vicente, cambio de impresiones y vuelta para casa.
Reflexionando sobre los problemas surgidos en las brevets, veo que uno de los principales que me condiciona y mucho, es la desorientación.

martes, 4 de marzo de 2014

Terres de vi, la primera a la saca

2 de marzo,

Frío matinal, a pesar de ello decido ir con los piratas, la previsión de que luego mejorará espero que se cumpla.
Con la salida escalonada, además de no ver tanta gente como en otras ediciones, salimos a tope, como siempre, yo un poquito menos, regulaaaando que esto no sé como puede acabar. Vicente y José ya se me han perdido y eso que no hemos acabado de subir Fontrubí, paso a Juan y tampoco lo veré hasta meta.
Bajada rápida y camino de la Bleda, cojo una rueda que me va de fábula, ahora es cuestión de no soltarla hasta donde pueda.
La subida a las Ventoses es donde dejo cualquier rueda e intento que no se me haga muy duro, voy comiendo y bebiendo siguiendo mis propias pautas, de momento no hay ninguna luz de alarma encendida.
Nueva bajada y la subida a la Llacuna se me hace un pelín incómoda, bueno en realidad me pasa con cualquier subida, para que engañarnos. La subida a Fontrubí y el tramo hacia abajo desde Guardiola le voy dando a tope, tanto que no sé si lo pagaré en el bucle de la marcha larga. El pitido del chip ya no me da opción, quedan treinta y tantos kms, a ver que pasa.
Mi "gregario" vuelve aparecer a lo lejos, esta vez por eso le ofrezco unos relevos y al cabo de un rato, tenemos unos cuantos a rueda salidos de la nada.
El desvío por n camino rural que no tenía fichado y aparece un cartel con la leyenda " Comença port 7 km" o algo parecido, es durillo, pero todo pasa.
Desde Guardiola a Vilafranca con un chaval de Valls intentando descolgar a todos los que iban detrás, dándolo todo.
Llego a meta y encuentro a Vicente y José descansaditos, mientras me cambio, llega Juan, parece recuperado totalmente de su lesión. Comemos algo en el pabellón y para casa. La lata ya la hemos abierto y de momento parece que pinta bien.